jueves, 19 de noviembre de 2009

El final de la Crisis Económica Mundial -Para mexicanos- (Parte I)

Origen, desarrollo y pronóstico de la Crisis Económica Mundial, en una versión para Mexicanos -Del Ninja a Juanita la Petatera- El sujeto de crédito Ninja y la ruina de Juanita la Petatera O La Crisis Económica Mundial 2007-2009 para Mexicanos

¡¿Qué demonios pasó?! ¡¿Cómo remolachas fue que llegamos aquí?! La boca te sabe raro, hay una sensación de completo desconcierto. Acabas de chocar, lo de menos es de quién es la culpa. Una sola expresión te acompaña en tu análisis de lo sucedido. ¡Ya valió madre! . . . . ¡Ya valió!

Así se siente un choque, y así se ha sentido la Crisis Económica Mundial, y así como se reconstruyen los hechos del choque madrugador, así quiero reconstruir un poco la historia del madrazo económico y compartirlo con ustedes, así, con esta entrada.

Pero empecemos por lo evidente, mientras les cuento cómo es que chocamos, a ver si al final logramos sacar conclusiones interesantes.

El choque!

Una caída sin precedentes en nuestra generación en el Producto Interno Bruto de México, de EEUU, desaceleración en la economía china, que actualmente es también motor del desarrollo del mundo, cada vez más porquería financiera saliendo a flote, millonarios de bonos pagados por los contribuyentes del mundo y todo porque. . . . ¿Por qué? A mi nadie me lo ha explicado bien. Crisis económica mundial. Como dijera el señor presidente Fox ¿Y yo por qué?. . .

Comencemos con lo sencillo de explicar, y por ello debemos de arrancar explicando quién es el responsable. y la verdad es que es. . .

¡El Ninja famoso!

Desde hace 15 años, las tasas de interés vigentes en los mercados financieros internacionales han estado bajando. Esto ha hecho que los Bancos tengan un margen de rentabilidad bajo: Dan préstamos a un bajo interés, pagan algo por los depósitos de los clientes (cero si el depósito está en cuenta corriente, como la nómina aquí en México) y con ese margen de intermediación operan y por el volumen de sus operaciones –número de clientes- tienen su rentabilidad, sin embargo, esto no alcanza para comprar aviones, construir nuevos edificios y comprar otros Bancos, que es siempre el objetivo de los Bancos

Como la ambición -a costa de lo que sea- es cosa sana para el vecino comedor de hamburguesas, a alguien en el gringo país, se le ocurrió que los Bancos tenían una opción “viable” para ganar más dinero en épocas de intensa competencia: Dar préstamos más arriesgados, por los que podrían cobrar más intereses, así que decidieron ofrecer hipotecas a un tipo de clientes indeseables hasta ese momento, a ellos los llamaremos los“ninja” (no income, no job, no assets; ) o sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades, a los que se podría cobrar más intereses, porque había más riesgo al darles un crédito, aprovechar el boom inmobiliario que había en el mercado norteamericano, además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios por un valor superior al valor de la casa que compraba el ninja, porque, con el citado boom inmobiliario, esa casa, en pocos meses, valdría más que la cantidad dada en préstamo.

Como la economía americana iba muy bien, el deudor ninja, podría encontrar trabajo, dejar de ser ninja y pagar la deuda sin problemas. Este planteamiento fue bien durante algunos años. En esos años, los ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado un crédito hipotecario, otros Bancos los calificaron como clientes seguros, y les financiaron tarjetas de crédito, -hasta doce por ninja- de tal forma que cada ninja tenía a cuestas una deuda prácticamente impagable que dependía por entero de que dejara de ser ninja.

Siguiendo con nuestra analogía del choque, esta fase representa el momento en el que tras sentirnos invulnerables le pisamos al acelerador sin mirar el velocímetro, es decir, por el puro placer, y sin pensar en ninguna consecuencia. Ahora pensemos en términos mexicanos, por supuesto, con un personaje. . .

Es necesario entender el origen de la crisis económica para poder prevenir fenómenos semejantes en el corto y mediano plazo

Juanita la petatera!

Como los Bancos del gringo país iban dando muchos préstamos hipotecarios, se les acababa el dinero. La solución fue muy fácil: acudir a Bancos extranjeros para obtener fondos frescos. Este es el punto en el que el asunto se vuelve global. Así, el dinero que Juanita la Petatera hoy mete a su cuenta de ahorros de un Banco mexicano puede estar esta misma tarde en Utah, porque allí hay un Banco al que mi Banco “mexicano” le ha prestado mi dinero para que se lo preste a un ninja.

Por supuesto, el de Utah no sabe que el dinero le llega desde el pueblo de Juanita la Petatera, Juanita, tampoco sabe que su dinero, depositado en una entidad seria como es su Banco de confianza empieza a estar en un cierto riesgo. Tampoco lo sabe el Gerente del Banco en el que deposita Juanita, que sabe -y presume- de que trabaja en una Institución seria. Tampoco lo sabe el Director del Banco “mexicano” que sólo sabe que tiene invertida una parte del dinero de sus inversores en un Banco importante de Estados Unidos, que actualmente le está dando el mejor rendimiento.

En un coche siempre puedes frenar, siempre te queda la alternativa, antes de este “choque” se creía que las instituciones financieras del mundo también, y para evitar este tipo de maromas místicas con el dinero de los ahorradores, los gobiernos del mundo les habían puesto un freno, “Las Reglas de Basilea” pero los banqueros encontraron la forma de violarlas y así sabotear el freno de emergencia del vehículo, lo que en términos bien prácticos significa acelerar en un coche al que tu mismo le quitaste los frenos.

Las “Reglas de Basilea”, exigen a los Bancos de todo el mundo que tengan un Capital mínimo en relación con sus Activos. Simplificando mucho, les puedo decir que el Banco de UTA, en el que el Banco “mexicano” puso el dinero de Juanita la Petatera, no debería de prestar más allá de un 40% de lo que tiene ahorrado, pero hay una forma bien simple de brincarse esa norma. Venderle a alguien más esa deuda.

¿Quién demonios puede aventarse el “detalle” de embarcarse con una deuda de cientos de miles de ninjas locos e irreverentes? Ahhh, pues fácil. Las administradoras de fondos de inversión, que en este y en todos los países, son filiales de algún Banco. Así de cruel como suena. Tu Afore pudo haberle comprado –de hecho, le compró- a este Banco de Utah –o de Texas, o de California, o de Oregon- un Bono de deuda Ninja.

Por supuesto que tu afore nunca te va a decir que todo tu ahorro para el futuro, tus tardes con tus nietos, y el dinero de tus medicinas cuando tengas 70 años dependen de que un ninja caiga en bancarrota personal, deje de ser ninja y pague todo lo que debe, o de que continúe la bonanza hipotecaria en Estados Unidos.

Juanita la Petatera que trabajó 26 años en la maquila antes de independizarse y dedicarse de lleno al negocio del petate logró reunir la friolera cantidad de 9, 000 dólares a lo largo de todo este tiempo en su fondo para el retiro, pero como este está en pesos, sus 9, 000 dólares se volvieron 6, 000 con la devaluación, y bajaron a 5, 000 con las pérdidas de la Afore ante toda esta vorágine financiera, porque el Banco, a través de una filial que no debe de seguir las reglas de Basilea ha hecho verdaderas piruetas y malabares con su dinero –el de Juanita la Petatera, que nunca ha sido el dinero del Banco, ni de la Afore, ni de nadie más que no sea Juanita-.

La crisis económica mundial golpeó especialmente a México, que tiene una clase política inmadura y poco preparada para enfrentar eventos económicos de esta magnitud

Cada vez me gusta más la metáfora del coche a punto de chocar. Este nuevo jugador (La administradora de Fondos) sería el equivalente a cambiar de chofer de nuestro vehículo, andando, con el acelerador metido hasta el fondo. Ahora, el coche está en manos de otro chofer.

A estas alturas del partido, no ha pasado nada grave todavía. Está preparándose todo, a ojos de cualquier persona con los sesos bien puestos, pero hasta el momento lo único que ha pasado es que las empresas del sector financiero –Grandes o Pequeñas- hablan todo el tiempo de sus finanzas “Internacionales” sin pensar en el ridículo inmenso que están a punto de hacer.

Aquí es donde comienzan a jugar las preguntas más importantes: ¿de dónde sacan dinero para comprar los del Banco de Utah los paquetes de hipotecas del Banco de Chicago? De varios sitios, te voy a explicar, pero promete no reírte, ni tener un ataque de pánico cuando te lo esté contando:

a) Mediante créditos de otros Bancos

b)Como te lo dije hace unas líneas, contratando los servicios de Fondos de Inversión, Sociedades de Capital Riesgo, Aseguradoras, Financieras, y Administradoras de Fondos para el Retiro

c)De la venta de esos paquetes de hipotecas en los mercados financieros de “Derivados” y “Futuros”

Para poder hacer todas estas compras y ventas los paquetes de hipotecas tenían que ser bien calificados por las agencias de rating, que dan calificaciones en función de la solvencia. Estas calificaciones dicen: “a esta empresa, a este municipio o este estado, a esta organización o a este país se le puede prestar dinero sin riesgo”, o “tengan cuidado con estos otros porque se arriesga usted a que no le paguen”. Como ya te habrás dado cuenta, el trabajo que hacen estas calificadoras ha dejado muchísimo qué desear.

Entre todas las manos participantes del gran choque de nuestro vehículo, estas han sido de las manos más irresponsables. ¿Qué han hecho? ¡Un verdadero desmadre! ¿Cómo? Calificando lo incalificable, haciendo relativismos aritméticos, jugando con la especulación en lo máximo posible.

Así, sentados sobre un montón de supuestos, supusieron que los créditos hipotecarios de los Ninja podían tener calificaciones que permitieran su legítimo comercio.

Al llegar aquí y confiando en que te hayas perdido, quiero recordar una cosa que es posible que se te haya olvidado, dada la complejidad de las operaciones descritas: que todo está basado en que los ninjas pagarán sus hipotecas y que el mercado inmobiliario norteamericano seguiría subiendo, pero la realidad no fue así. A principios de 2007, los precios de las viviendas norteamericanas se desplomaron.

Muchos de los ninjas se dieron cuenta de que estaban pagando por su casa más de lo que ahora valía y decidieron (o no pudieron) seguir pagando sus hipotecas. Ese es el verdadero choque. Es el trancazo. ¿No es tan fuerte? No, la realidad es que no lo es, pero como habíamos permitido andar a exceso de velocidad, no tener frenos y andarnos pasando el volante y manejar con los ojos cerrados a altas velocidades, los resultados fueron catastróficos.

Automáticamente, nadie quiso comprar paquetes de hipotecas a nadie y los que ya los tenían no pudieron venderlos. Todo el montaje se fue hundiendo y un día, la AFORE de Juanita la Petatera entró a su AFORE para darse cuenta de que aquel dinero fruto de tantos años de trabajo en el petate se había esfumado, o, en el mejor de los casos, había perdido un 50 % de su valor.

Ahora sabes lo que pasó ¿Qué sigue? Te lo platico la próxima semana.

José Luis Ortigoza.

Noviembre 18 de 2009.

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