miércoles, 11 de noviembre de 2009

Gracias a Microsoft, Millones de Millonarios.


¡Todos somos ricos en Excel!

O la esclavitud de la autocomplacencia Informático-Mercantil.

Es la cosa más maravillosa del mundo mirar como la crucecita del puntero va llenando las otrora vacías celdas del Excel con nuestros miles -y a veces millones- en virtuales ganancias. He mirado expresiones casi de éxtasis mientras el mouse sigue llenando y llenando celdas ¿De qué? En realidad, de nada.

Y es que, ¡¿quién no ha sucumbido a la tentación de ser autocomplaciente frente a su portátil?! Subes un poco tu margen, o incrementas tus ventas, o bajas tus costos, y en menos de lo que el ultra-veloz procesador termina de enviar las últimas señales, ¡Ya eres rico! Para esto sirve la tecnología. Conjunción de diseño Gringo o Europeo y Japonés, componentes coreanos y ensamblaje chino. Todo este aparato globalizado de producción masiva de potentes ordenadores personales, solo para que tu seas rico. Por lo menos en Excel.

Hace pocos meses tuve la oportunidad de estar en una reunión con ejecutivos de los sectores financiero y farmacéutico de México y Centroamérica. Fue una reunión memorable, tanto por la potencia del humor con que se manejó, como por dos expresiones que se quedaron en mi tan hondamente, que dudo que me las pueda arrancar de la cabeza en algunos años. Hoy me ocuparé de la primera.

Sin dar los detalles aburridos, les puedo comentar que el punto álgido de la reunión fue la evaluación de algún proyecto de inversión. Salieron al tema la sensibilización del modelo, los escenarios diferentes de la economía local este año, la capacidad de convertir en realidad algunas de las variables clave del modelo, cuando de pronto, y de entre la vorágine de opiniones encarnizadas de nosotros, “expertos” relució la voz del verdadero experto.

Todos somos ricos en Excel! Y es cierto.

Cada día hay más millones de millonarios en Excel, y la realidad es que a pesar de la miríada de herramientas tecnológicas con las que ahora contamos, la tasa de sobrevivencia de las empresas nuevas sigue siendo más que baja en nuestro país, y en toda Latinoamérica. La razón, es bien simple: Nos encanta hacernos buenas jugadas a nosotros mismos.

En Excel no hay duras jornadas, no hay medias noches trabajando, no hay personas intransigentes.

En Excel todo es llenar cuadritos, y estos cuadritos no faltan, no llegan tarde, no se enferman, no se molestan, no se levantan 26 veces para ir al baño en un turno de 6 horas.

En Excel no tenemos que convencer al puntero de nada, ni forzar los números, ni estirar un presupuesto porque la cosa se ha puesto complicada.

Todos somos ricos en Excel pero pocos en el banco. En realidad es por algo muy simple. ¿No lo has visto?

La riqueza es el fruto del trabajo, del esfuerzo y de la dedicación, del ingenio. No de la geometría de un algoritmo.

Ahora, a intentar ser rico en la realidad. Aunque sea medianamente rico. Te invito a hacer lo mismo.

Relojero Ortigoza. 11 de Noviembre de 2009

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